El Hell and Heaven 2023 deja contentos a los asistentes

El festival Hell and Heaven 2023 puede presumir de haber cerrado con broche de oro y por todo lo alto. Pese a un retraso en su salida al escenario, el legendario grupo Guns N’ Roses desbordó toda la energía y experiencia que respalda su trayectoria.

Además, este show no fue uno más sino la culminación de siete años desde que se volvieron a juntar. De tal manera que quienes ahí estuvieron, frente al Hell Stage, pueden presumir de haber escuchado a Axl Rose y su fantástica voz, así como los increíbles solos de guitarra de Slash.

El Hell and Heaven supera las expectativas

Este, el festival de metal más grande de nuestro país comenzó el viernes 3 de noviembre. In Flames puso a todos a saltar mientras que Amon Amarth hizo a los presentes sacudir la cabeza. Todo esto como antesala a Helloween grupo que congregó a familias cuyo gusto por las canciones se ha heredado de una generación a otra.

La banda que lideran Michael Kiske y Andi Deris hizo un recorrido por su discografía y hasta llegar a su producción más reciente. Todo esto acompañado de visuales y un espectáculo sumamente divertido del que hicieron partícipe a los fanáticos.

Enseguida se subió al escenario Slipknot, banda de metal que tiene un show, bien lo saben sus seguidores, que se distingue por ser intenso. Corey Taylor y compañía conocen a su público mexicano y saben que se entregan en cada concierto que presencian.

Un poco más lejos del escenario principal doble, estaba el Trve Metal Stage. Por ahí desfilaron bandas como Havok, Asphyx y Transmetal, banda distintiva del metal mexicano. Mientras que el Modelo Stage se agitó con Suicidal Tendencies, Sick Of It All y The Casualties.

Pero los asistentes también pudieron disfrutar de zonas recreativas vikingas de tiro de arco y lanzas. También pudieron observar enfrentamientos de caballeros medievales, así como entretenidos espectáculos con halcones y lechuzas.

Música para toda la familia

El sábado 4 de noviembre la afluencia de personas fue mayor. Desde muy temprano se dieron cita grandes grupos de amigos, así como familias completas; jóvenes parejas con sus bebés en brazos y personas de la tercera edad disfrutando de los más de 30 grupos que se presentaron cada día.

Gozart, un grupo increíble que reimaginó en sus canciones a Mozart como un vampiro que se negó a morir. Sin embargo, hubo quienes hicieron una parada obligatoria en el New Blood Stage, escenario por el que pasaron grupos relativamente nuevos, tanto de México como de otros países.

El clima dio un poco de tregua a lo largo del día y el calor se mantuvo a raya. Mas apenas caía la noche el frío comenzaba a resentirse sin que eso mermara en el ambiente o en el ánimo de los presentes. También lucían vistosos un par de jugos mecánicos: una enorme rueda de la fortuna y una canoa que se sumaron al atractivo del festival.

De repente Poppy tomó el Hell Stage por asalto. Si bien su apariencia es más bien tierna, lo cierto es que su show fue de los que más impresionó a los asistentes. Un sonido fuerte y directo, a la vez melódico y poderoso. Al terminar su presentación, de inmediato Asking Alexandria se reencontró con su público mexicano.

Mientras que a las nueve de la noche Bad Omens hizo su debut en nuestro país. Uno de los grupos más esperados. Al mismo tiempo, Lacrimosa se presentó con un increíble show de láseres en el Modelo Stage. Si bien no es la primera vez de la mítica banda gótica en México, sí lo fue en un festival. Y quienes no los habían escuchado en vivo, bien se llevaron una agradable sorpresa.

A Day To Remember se subió al Heaven Stage para provocar a los presentes a recordar sus días de preparatoria. Con energías renovadas, el público recibió a la banda originaria de Florida, y poco tiempo después se pudo observar a personas haciendo crowdsurfing con emoción.

Pero el plato fuerte del segundo día por supuesto que era Muse. Pese a que su presencia, mayormente de metal en su line up, fue cuestionada lo cierto es que a los fanáticos poco les importó. Se juntaron desde muy temprano y aguantaron todo el día para ver al trío una vez más.

Su presentación fue un espectáculo en el sentido amplio de la palabra. Una narrativa visual que contaba una historia de opresión y autoritarismo enmarcó un recorrido por su discografía haciendo hincapié en su reciente producción “Will Of The People”. Este tiene un sonido más pesado y eso se debe a la influencia de Slipknot.

El broche de oro con el que cerró el Hell and Heaven 2023

Si el segundo día hubo gente, ¡el tercer día lo superó con creces! Y eso no se debió a otra cosa más que al nombre de Guns N’ Roses en el cartel.

El ska se hizo presente con el grupo Royal Club que tuvo uno de los públicos más enérgicos y que corrían en círculos sin parar. El grupo español Rata Blanca hizo lo propio de regreso luego de algunos años de ausencia.

Hubo quien no dejó pasar la oportunidad de pasar por el marcadito donde podían encontrar playeras, joyería, discos rarísimos, adornos y algún recuerdo de un fin de semana increíble. También hicieron pausa para calmar el hambre en el área de foodtrucks donde la variedad gastronómica fue amplia y para todos los gustos.

Con energías renovadas, el público se junto para ver ni más ni menos que a Billy Idol. Pese a que no hace mucho más de un año de su visita al Palacio de los Deportes, lo cierto es que es de esos artistas que nadie se puede quedar sin ver en vivo si acaso se presenta la oportunidad.

Si bien Guns N’ Roses salió más tarde de lo que dictaba el cartel, lo cierto es que no se hizo presente la desesperación y hasta el frío se olvidó momentáneamente cuando comenzó esa guitarra tan característica.

Para cuando se escucharon los primeros acordes de ‘Welcome To The Jungle’ el Foro Pegaso era un hervidero de emociones. Las canciones parecían seleccionadas y ordenadas meticulosamente. Luego de siete años desde su reunión, y de una extensa gira en la que incluyeron a nuestro país en más de una ocasión, el grupo que lideran Axl Rose y Slash deleitaron al público por más de tres horas.

Así, una edición más del Hell and Heaven concluyó dejando una incógnita constante que se escuchaba de camino a la salida: ¿quién crees que venga el próximo año?